Mi historia con el yoga
Mi historia con el yoga no es más que la típica historia del novio que acompaña a su chica a una clase después de ella pedírmelo millones de veces.
Después muchos intentos fallidos para ella, acepté y así me enfrenté a mi primera clase. Donde todo se hace raro y donde me pregunté miles de veces que estaba haciendo allí, a la vez que oía gente respirar muy fuerte y sin poder aguantarme la risa al final de la clase cuando todos cantaron el ohm.
Y sin saber porqué, me gustó y volví a probar, una y otra vez, hasta acabar totalmente enganchado a este mundo, descubriendo que no es solo una práctica lo que me hacía bien, sino conocerme a mi mismo, mi cuerpo y mente, y sintiendo algo que jamás pensé que sentiría.
Todo lo que me motiva
Me motiva pensar que estamos construyendo algo único, totalmente nuestro, en comunidad.
Me motiva leer los mensajes que día a día nos llegan de la comunidad viendo como se disfruta de las clases en directo y de las clases grabadas.
Me motiva ser el que está detrás de cada imagen o video que ayuda a llegar a más personas a unirse a nuestra comunidad.
Me motiva saber que formo parte del proceso, de muchos procesos, de mi propio proceso y del de todas las personas que depositan su confianza en nosotros para que les acompañemos en su camino.